La exposición fotográfica Streghe e Incantesimi (Brujas y hechizos), de Gildardo Gallo (Guadalajara, 1970), montada en el Museo Clavijero de Morelia, plantea reflexionar sobre “la sutil línea que separa el arte de la moda”.
Gallo, quien expondrá además en San Miquel de Allende, es un fotógrafo radicado en Florencia, que se ubica en este punto intermedio ha trabaiado para distintas marcas de ropa, incluvendo de alta moda como Salvatore Ferragamo y Armani, publicado sus trabajos en revistas como Kult, Marie Claire y Vogue. Sin embargo, su auténtica pasión es la fotografía artística, la cual ha mostrado en Europa, Estados Unidos y México, su país natal.
Diferencia por tema y estilo
En entrevista con La Jornada, efectuada en un café de Florencia, Gildardo Gallo relata cómo en su campo ser extranjero lo ha beneficiado, porque “consideran que tengo una visión más amplia y distinta respecto de los fotógrafos locales. Curiosamente el mundo de la moda en Italia no contrata fotógrafos italianos, que se reubican en otros países europeos”.
El título doble de esa muestra obedece a la diferencia por tema y estilo, pues reúne dos series de 10 fotografías de tamaño natural y, aunque son tan distintas, parecieran de la mano de dos fotógrafos diferentes. Brujas muestra la marca de fábrica de
Gallo: el retrato. Hechizos, en contraste, son imágenes florales.
La primera la componen mujeres con facciones ligeramente deformadas, confiriéndoles un aspecto espectral: cabezas y ojos engrandecidos; dominan los tonos oscuros, con algún detalle a color. Jóvenes comunes, transformadas en seres inquietantes.
Mezcla, como toda su obra, de “la cultura alta con aquella popular. De Remedios Varo a Tim Burton y Blade Runner”
Para el fotógrafo “son retratos inspirados en la pintura de Mark Ryden, aunque sólo desde un punto de vista de la técnica, permitiéndome valorar mis propios retratos. El mío es un homenaje a la mujer. La muestro digna, nunca sometida. Las brujas
medievales eran condenadas por sus intereses culturales y sociales, como sucede todavía hoy”.
Hechizos, por su parte, incluye ramos de flores construidos en “laboratorio” imágenes de color saturado sobre fondos blancos; formas etéreas, flotantes, ligeras, como velos de tul.
Gildardo Gallo debió desafiar la técnica para alcanzar en Hechizos un efecto estetizante.
Al respecto, explica: “Sumergí las flores en una pecera llena de agua a la cual inyecté la tinta. Mi intervención para modificar la imagen en posproducción fue mínima, en contratendencia a la tecnología digital. En Brujas la he usado únicamente para dar un efecto ilusorio. Dediqué meses de trabajo para reunir tan sólo 15 fotografías.
“Amo la fotoarafía real, la analóaica, que ha caído en desuso. Todo mi esfuerzo es anterior al clic. Mi trabaio requiere de laraa preparación preliminar. comenzando por la iluminación v la escenoarafía.
“Mis referencias son los fotógrafos del siglo XX, desde Manuel Álvarez Bravo, a quien conocí. Además admiro a algunas de las leyendas internacionales de la fotografía de moda, como Richard Avedon e Irving Penn, quienes también amaban construir la
escena preliminar a la toma, y basaron sus fotos en la figura humana, minimalista, como es mi estilo.
“De Joel Peter Witkin, en cambio, me interesa su registro del mundo subterráneo, es decir, personas con defectos físicos que difícilmente notamos o excluimos en la cotidianidad.
“Uno de los aspectos aue más disfruto de mi trabaio -concluve Gildardo Gallo- es la libertad aue demuestra la persona retratada frente a la cámara, v la interacción aue instaura con el fotóarafo.!
La exposición Streghe e Incantesimi (Brujas y hechizos), montada en el Museo Clavijero de Morelia, concluirá el 8 de abril.